lunes, 3 de enero de 2011

Asesinos natos


No podía ser de otra manera. Había que empezar el año 2011 de manera fuerte y agresiva, también desde el ámbito cinematográfico, por lo que la noche del 1 tocó un poco de violencia. Y nada mejor que la película de Oliver Stone para ponerse las pilas.

Y eso que las críticas no podían ser más desfavorecedoras. Además de no gustar a los entendidos, el propio creador de la historia, Quentin Tarantino, también pasa de ella. Y la verdad, con algo de razón.

Y es que el ambiente extraño, tratando de imitar al de "Pulp Fiction" en la primera parte cojea. Por contra, la segunda parte, con la aparición de un sensacional Robert Downey Jr., da otro punto de vista y hace mejorar la peli, sobre todo dentro de esa intrahistoria.

Y es que, cada vez que se tocan los medios de comunicación como se hace en la peli, te hace recapacitar. En esta, el caso es llevar al máximo toda una historia de sangre y asesinos desde un programa dedicado a los "Maníacos Americanos". Porque vende.

Justo ese mismo día, en la vida real, el tema del día siempre acaba siendo, o bien las campanadas o el primer nacimiento del año. Buscando la chicha en cualquier cosa, vamos. Otro punto de vista diferente, pero con similar intención.

Pero bueno, aquí hemos venido a hablar de cine, no de trabajo (tampoco me quiero meter en un lodazal del que no sepa salir). Por cerrar con la peli, y resumiendo, entiendo las razones por las que no la quiere ni ver en pintura Tarantino, y es que no se le da la posibilidad de pensar al espectador, se le deja todo machacadito. Este es el gran error, dentro de una peli premiada en Venecia.

Con ello, nota final (siendo generoso): 7 sobre 10.

Saludos sangrientos desde la vora del Millars!

sábado, 1 de enero de 2011

Año nuevo...

... vida nueva y blog resucitado. Ya veremos si esta vez por algo más de tiempo. Y es que el sobretrabajo que ha tocado soportar estos últimos meses, unido a la perrería (por qué negarlo), pues llevó al parón completo.

Pero fue ayer, camino a casa, mientras cruzaba la zona trasera de San Pascual (o el Bronx, no lo sé, porque sin luz podía ser cualquier cosa) cuando volvió la inspiración. Y no, no fue en medio del clásico pensamiento borrachil, eso ya hace tiempo que lo dejé, sobre todo en Nochevieja, que ya sufrí una muy gorda y prefiero no repetir. Por esa razón, todo 31 de diciembre, con mucho control.

En todo caso, valga esta entrada como pequeña "reintroducción" como segunda (o tercera) bala para arrancar. La siguiente ya será eliminatoria, me temo.

Feliz año nuevo desde la vora del Millars!

PD: Mañana, o resumen del primer día de curro (pero qué curro!) o me paso a hablar de cine. Ya veremos.