La verdad sobre perros y gatos

No quería volver a sacar el tema, pero los últimos actos me han obligado. Como comenté en el post de bienvenida, una de las razones que me llevaron a iniciar esta aventura fue el cese de mis obligaciones en un anterior blog donde colaborada, dedicado exclusivamente al Villarreal.

Para que entendáis lo que ocurrió paso a informaron cronológicamente, así será más entendible:

30 de Junio: El día que, sin saberlo, acabé en dicho blog. Curiosamente, y debido a una reunión de la Federación Española de Fútbol, titulé un artículo como "Llegó el día D"... y tanto que llegó. Tras estar todo el día buscando noticias y nervioso por no conocer la resolución de dicha reunión, abandono el trabajo. Por la noche, el redactor-jefe del blog recibe una llamada del coordinador general del proyecto, que engloba a más de 20 equipos españoles, para avisarle que, por baja audiencia, los redactores del blog quedamos apartados.

1 de julio: Sin conocer la noticia del despido, trato de escribir artículos, algo que no puedo al ser eliminado como redactor. Tras mandar un mail pidiendo información sobre lo que ha pasado, y aprovechando que se pueden escribir notas, hago un pequeño articulito. Tras ir a cubrir información para la radio (INCISO: para el que no lo sepa, curro en Cope Castellón) recibe respuesta al mail, donde se me notifica que, por los bajos números del sitio tras 2 años, se decide dar un nuevo aire al blog. Sin entenderlo, respondo al mail educadamente, agradeciendo la oportunidad de informar, pero sin entender las formas en las que se ha realizado todo.

Porque... puedo entender que dejen de necesitar tu ayuda, pero no me pasa por la cabeza que se haga sin previo aviso y de un día para otro.

2 de julio: Con todo más tranquilo, recibo por la mañana una llamada del compañero, que todavía no entiende cómo se ha podido hacer tan mal. Lo que desconocíamos es que se podía hacer peor...

Y se hizo. Sin mucho sentido, eso sí. Resulta que mis últimos artículos, los del 30 junio, todavía aparecían en portada, por lo que el coordinador jefe decide editar el nombre del autor.


En efecto, mis artículos aparecen firmados, bien como "Redacción deportes" o como (y esto sí que me mató) Agustín d'Empaire. Tras soltar mi cabreo por diversas redes sociales, decido dejarlo pasar.

Pero ahora llega la reflexión:

Para empezar, esto supone mearse directamente en la Ley de Propiedad Intelectual, ya que vulneran un artículo creado por un autor, cambiando el nombre sin consultarse. Además, es todavía más extraño que son sólo 3 los artículos a los que se le cambia el nombre (curiosamente los que aparecían en portada), dejando los más antiguos a mi nombre.

Incluso, podría ser peor. Imaginemos que un artículo supone un insulto para alguien y decide denunciarlo. ¿Qué ocurre ahora? Yo me lavaría las manos, mi nombre ha sido eliminado, por lo que, pese a ser culpable, tendría una defensa que mancharía hasta la cabeza a los mandamases del blog.

He intentado ser bueno para sacar conclusiones. Ahora espero leer las vuestras, ya que, si algo me ha enseñado colaborar en un blog, es la ilusión que te produce ver un nuevo comentario en cualquier entrada, sea de quien sea y opine lo que opine. Tal vez por ello me embarqué en esto...

Saludos desde la fresca a la vora del Millars!